Olivar de montaña, Sierra Mágina, estas zonas geográficas de producción tienen unas peculiaridades físicas y agronómicas que contribuyen a que los aceites obtenidos presenten unas características propias.
Olivar de Sierra, ocupa un 55,5% del total de explotaciones, siendo el tamaño medio de estas, significativamente inferior al de las zonas de campiña.
Difícilmente mecanizables y con un predominio del cultivo tradicional, pertenecen al olivar de esta área Sierra Mágina, persigue compensar sus limitaciones produciendo un aceite de calidad diferencial.
Son factores físicos y geográficos determinantes: altitud sobre el nivel del mar, radiaciones UV, estrés hídrico y térmico y suelos.
Todos estos factores, confluyen de forma idónea en los olivares de montaña de Sierra Mágina, y es lo que determina que los AOVEs de esta denominación de origen, sean los más saludables y únicos.
Olivar de Campiña: constituido por la Campiña Norte y Sur y las comarcas de La Loma y El Condado, ocupan un 45,5% del total de explotaciones de la provincia. A pesar de que no son suelos homogéneos y la pendiente puede variar entre estas zonas, las explotaciones de Campiña por lo general permiten sistemas de plantaciones intensivas y mecanización de la recolección, lo que conlleva menores costes de producción y por consiguiente una estrategia de producción de competencia en precios.
Ruíz-Pineda, C. (2016). Calidad de los aceites de oliva virgen extra de Sierra y Campiña de la provincia de Jaén.

